México expidió este lunes, de forma oficial, la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para el ejercicio fiscal 2023 y por la cual se pretenden obtener 8.3 billones de pesos.
Dicha ley entrará en vigor el primer día de 2023 y permite al gobierno mexicano planear los recursos que se necesitarán para cubrir los gastos durante el siguiente año, y con ello, alcanzar las metas en rubros como la salud, educación, seguridad, infraestructura, entre otros.
En 2023, el gobierno estima un gasto neto de 8.99 billones de pesos, con las últimas modificaciones aprobadas en la Cámara de Diputados.
Para 2023, la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) prevé un incremento del 13.5% respecto de lo aprobado en 2022 y el monto más grande ingresos aprobado en la última década.
La LIF, que fue aprobada a finales de octubre por el Senado para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, también pronostica un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3% y ubica al tipo de cambio en un promedio de 20.6 pesos por dólar americano.
Además, prevé una plataforma de producción de petróleo crudo de 1.87 millones de barriles diarios, a un precio por barril de 68.7 dólares.
Igualmente, autoriza al gobierno obtener un monto de endeudamiento neto externo de hasta 5 mil 500 millones de dólares y 1.2 billones de pesos de deuda interna, el más alto aprobado en los últimos 10 años, según un análisis del Instituto Mexicano para la Competitivdad (IMCO).
“Esto implicaría que la deuda pública total como porcentaje del PIB ascenderá por lo menos a 49.4% en 2023“, advierte este centro de investigación, que también sostiene que, en los últimos ocho años, el gasto del gobierno ha sido en promedio 4.9% mayor al aprobado en el presupuesto.
Dentro de los ingresos esperados, la LIF proyecta casi la mitad de los ingresos de 2023 a través de la recaudación de los contribuyentes mexicanos, equivalente a los 4.44 billones de pesos.